viernes, 31 de marzo de 2017

Nuevo sistema para mejorar la eficiencia de los generadores fotovoltaicos.



Investigadores de la Universidad del País Vasco han desarrollado un sistema de control electrónico que permite a los generadores fotovoltaicos trabajar siempre en su punto de máxima potencia, aunque varíe la radiación solar recibida y la carga conectada

Nuevo sistema para mejorar la eficiencia de los generadores fotovoltaicos

Tras haber desarrollado diferentes algoritmos y sistemas de control y haberlos aplicado en campos tan diversos como la robótica, control de motores en máquinas eléctricas y en generadores eólicos, el Grupo de Control Avanzado de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha probado que uno de los métodos, un esquema de control deslizante, ofrece buenos resultados también para el control de generadores fotovoltaicos.
“Se trata de un tipo de control innovador e inteligente, y robusto ante a las diferentes condiciones del entorno. Las pruebas, además, las hemos llevado a cabo con paneles fotovoltaicos comerciales, por lo que se podría aplicar directamente en el sector”, explica Oscar Barambones, responsable de esta área de investigación dentro del grupo.
La principal ventaja que presenta el nuevo sistema de control frente a los sistemas de control que llevan instalados los generadores actuales es que permite trabajar a los generadores en su punto de máxima potencia continuamente, en su punto de trabajo óptimo, y así aumenta su eficiencia.
"Los sistemas de control actuales suelen emplear algoritmos del tipo perturbación/observación, los cuales hacen que el punto de trabajo del generador fotovoltaico esté oscilando continuamente, por lo que no trabaja exactamente en el punto de trabajo óptimo sino que está oscilando en torno a este punto, lo cual hace disminuir su eficiencia”, comenta Barambones.
El control deslizante es “apropiado”, según Barambones, para sistemas que tienen incertidumbres, como los generadores fotovoltaicos: “no siempre hay la misma radiación, pueden pasar nubes, etc., o la carga que se conecta al generador también cambia. Este tipo de control, por sus características, es capaz de sobreponerse a esas incertidumbres, y adaptar el punto de trabajo del generador a las condiciones de cada momento, para que trabaje siempre en su punto óptimo”.

Líquido que almacena la energía solar..





Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Gotemburgo (Suecia) ha demostrado que es posible almacenar directamente la energía solar en un fluido químico, denominado sistema solar térmico molecular. ¿Cómo funciona exactamente?

Líquido que almacena la energía solar

Almacenar la energía solar que producimos para su posterior consumo es algo que es difícil y ha sido fruto de una investigación que pueda solventarlo. Esta técnica de uso de un fluido químico para almacenar la energía solar demuestra que se puede conseguir gracias a los enlaces químicos. También permite liberarla cuando la necesitemos según nuestra demanda de energía solar.
El que dirige al equipo de investigación de este fluido es el profesor Kasper Moth-Poulsen y ha explicado que combinando el almacenamiento químico de energía con paneles solares térmicos permite una conversión de más del 80 por ciento de la luz solar entrante.
¿Cómo funciona exactamente el fluido?
Cuando la molécula del fluido es golpeada por los fotones de luz provenientes de la radiación solar, son capaces de cambiar de forma y almacenar la energía. Este sistema de almacenamiento es capaz de soportar 140 ciclos de almacenamiento a modo de una batería convencional. También es capaz de liberar la energía con una degradación insignificante.
El proyecto de investigación del líquido comenzó hace 6 años y ha sido publicado en la revista científica Energy & Environmental, gracias a la Universidad de Chalmers. Al principio de la investigación, la eficiencia de conversión de energía solar era del 0,01% y el rutenio, un elemento caro, jugaba el papel más importante en el proceso.
Con la mejora y el desarrollo del proyecto, cada vez se ha logrado acceder a un sistema que consigue almacenar el 1,1% de la luz solar que incide como energía química que permanece latente hasta el momento de la demanda, que es cuando se libera. Esto supone una mejora de un factor de 100.  Además, el rutenio ha sido reemplazado por elementos mucho más baratos a base de carbono.