lunes, 31 de octubre de 2016

Casas que se calientan con la tierra....



La energía geotérmica consigue un ahorro del consumo de hasta el 75% y su utilización gana adeptos en el sector residencial a pesar del considerable retraso de España frente a otros países europeos.



La geotermia es limpia, barata, inagotable y dicen de ella que es la energía renovable del siglo XXI. Buena carta de presentación y retahíla de piropos para esta fuente energética que aprovecha el calor del subsuelo para climatizar una vivienda y calentar el agua. Aunque sigue siendo una de las energías renovables menos conocidas, ha dado pasos de gigante en los últimos años y su auge se ha disparado desde 2008. "Hace una década nadie sabía qué era la geotermia", dice Margarita de Gregorio, directora de geotermia de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
Es difícil saber el número de instalaciones que hay en España porque no existe un registro oficial de energías renovables térmicas. "Puede haber en torno a 2.000", según Miguel Madero, director de la compañía Girod Geotermia. En la APPA creen que son más. "Según el IDAE existe un parque de 8.500 instalaciones. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid han pasado de 19 a casi 500 entre 2008 y 2016 y Galicia cuenta con un cluster que estima que pueden existir entre 600 y 800", analiza Joaquín Pampillón, del departamento comercial de Ecoforest, empresa donde el 30% de las ventas se llevan a cabo en España.

Madero considera que "sigue sin calar de forma masiva entre los propietarios por dos motivos, por desconocimiento y por la creencia de que se trata de un sistema caro". Además de director de Girod Geotermia, Madero es el dueño de un chalé en Pozuelo de Alarcón (Madrid) que tiene bajo su suelo la primera instalación geotérmica de la Comunidad de Madrid. De esto hace ya nueve años. Logra calentar y refrigerar una vivienda de 350 metros por menos de 130 euros al mes (1.500 euros al año). Si tuviera una caldera de gas y aire acondicionado convencional gastaría unos 375 euros mensuales (4.500 al año).

 
 
 
 
 
 

viernes, 7 de octubre de 2016

Nuevo sistema para almacenar la energía.






Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han diseñado un revolucionario sistema de almacenamiento de energía capaz de acumular hasta diez veces más cantidad de energía mediante silicio fundido

Sistema novedoso

Un equipo de investigadores del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) están desarrollando un novedoso sistema que permite almacenar energía en silicio fundido, el elemento más abundante de la corteza terrestre. De momento ya han publicado los detalles del sistema en la revista Energy, además de encontrarse en proceso de patente en Estados Unidos.
Según sus creadores, este sistema está destinado a originar una nueva generación de centrales termosolares de bajo coste, así como novedosos dispositivos de almacenamiento de electricidad y cogeneración para núcleos urbanos.
El imparable progreso de las energías renovables, en particular de las energías eólica y fotovoltaica, ha creado un nuevo reto en el sector energético a escala mundial: el almacenamiento de este tipo de energía dispersa e intermitente. En los últimos años se han desarrollado un gran número de dispositivos para este fin. Algunos han alcanzado ya una fase avanzada de demostración e incluso de comercialización, como el almacenamiento conectado en red mediante baterías de litio o de sodio-sulfuro. Este es el caso también de la energía termosolar, en dónde se almacena directamente la energía del sol en forma de calor en sales fundidas, para luego producir electricidad bajo demanda mediante un generador térmico.
Sin embargo, no deja de haber problemas con las soluciones existentes: desde un coste excesivo hasta problemas de seguridad, pasando por posibles problemas de escasez de recursos materiales en el futuro. Por ello, centros de investigación y empresas de todo el mundo están buscando soluciones alternativas que utilicen materiales abundantes, de bajo coste y que carezcan de grandes riesgos para la seguridad de las personas.
Ahora, los investigadores del Instituto de Energía Solar han diseñado el nuevo sistema de almacenamiento de energía en el cual la energía de entrada, bien sea directamente energía solar o la electricidad excedente de una central de generación renovable, se almacena en forma de calor en silicio fundido a muy altas temperaturas, a unos 1.400ºC.